23/2/09

LUISA CON TÍO JUAN KRAPP,PRIMOS,HERMANOS, NIETOS Y BISNIETOS.

LUISA CON SU TIO JUAN KRAPP CURA PÁRROCO DE LA IGLESIA DE ROSARIO DEL TALA(ENTRE RÍOS).



En esta foto del año 1946 están Antonio,Berta,Erminda y Luisa Hertel,
Juan Krapp,Isidoro Krapp,

11/2/09

HISTORIAS Y RELATOS DE CUANDO VINERON NUESTROS ANTEPASADOS A COLONIA ALVEAR (ALDEA SAN MIGUEL).

"Las viejas Aldeas de Colonia Alvear, en el Departamento Diamante recibían cada Relaño centenares de colonos nuevos. Los lotes de tierra ya no alcanzaban y entonces la gente se dispuso a fundar nuevas colonias fuera del Departamento Diamante. Y yo también traté de buscar tierra en otra parte. A los 21 años de edad, o sea en 1896, me casé con Mariana Schunk, y en 1899 fundamos la Colonia San Miguel, en el Departamento Nogoyá, Distrito Algarrobitos (a 15 kilómetros de la ciudad de Crespo, N. del R.).
Corría el año 1899, cuando los colonos llegados a colonia General Alvear, se vieron obligados a buscar nuevas tierras. Entonces se reunieron catorce familias y nos resolvimos comprar un campo en el Departamento Nogoyá, Distrito Algarrobitos. Había allí un lote que era de Zaragoza. Nos pusimos en contacto con el Banco, el cual adquirió estas mil hectáreas de un tal Rivas para venderlo a los nuevos colonos.
Los fundadores de la Colonia San Miguel son los siguientes: Antonio Seib, con 84 hectáreas; Adán Gassmann, con 84 hectáreas; Miguel Neiff, con 84 hectáreas; Eduardo Oberlein, con 42 hectáreas; José Dreher, con 42 hectáreas; Matías Gassmann, con 84 hectáreas; Pedro Neiff, con 84 hectáreas; Conrado Krapp, con 84 hectáreas; Pedro Schunk, con 84 hectáreas; Federico Schweigert, con 50 hectáreas; José Gerstner, con 50 hectáreas; Nicolás Kessler, con 84 hectáreas; Andrés Krapp, con 67 hectáreas y Felipe Derfler, con 84 hectáreas.
La superficie total de la nueva colonia fundada oficialmente el 21 de mayo de 1899, es de 1.012 hectáreas, 64 áreas, 45 centiáreas; s sea 600 cuadras cuadradadas más 2.720 varas.
El campo está delimitado al Norte con herederos de Elías Cáceres y Mariano García y Candelario Taborda; al Sur con herederos de Celestino Ortíz; al Sureste con herederos de Braulio Zaragoza y al Noreste con Máximo Moreira; o sea que entre los arrotos Durazno al Norte y arroyo Falso, afluente del primero; por la parte Oeste con el camino a Don Cristóbal y el arroyo del Medio.
Todos estos colonos eran de Valle María, menos Derfler y Krapp que eran de Aldea Chaleco. El convenio con el Banco era: $ 50.- por cuadra, pagadero en seis años al 6 % de interés. Pero sobrevinieron enseguida dos años malos, 1899 y 1890. La gente no podía cumplir con el Banco y corríamos peligro de deber abandonar la colonia. Habíamos fundado una pequeña aldea sobre las chacras de Matías Gassmann y José Dreher, con casas de ladrillo de adobe. Ante el peligro que corría la naciente colonia, intervino el Gobierno provincial con quien hicimos un nuevo convenio: la cuadra a $ 50.- sin intereses, pagaderos en 10 años. El Gobierno nos prohibió vivir en aldeas, manteniendo firmemente la cláusula de que cada colono debería vivir en su chacra.
Así debimos abandonar la aldea fundada en 1899 y fuimos a vivir cada cual a su chacra, edificando las casas sobre una calle que hicimos abrir a través de toda la colonia desde la mitad del campo de Antonio Seib hasta el lote de Andrés Krapp. La colonia nació bajo muchas dificultades. Los años malos atrasaron enormemente toda nuestra economía y así sucedió que recién en el año 1914 se entregaron los primeros títulos de propiedad.
En 1916 construimos la pequeña iglesia que está en el terreno que me fue adjudicado, y que fue atendida desde Crespo hasta 1917.
Desde 1916 funcionaba en la iglesia o capilla una escuela particular con el maestro Antonio Gassmann que, a partir de 1917 se transformó en escuela provincial agregándose un maestro ayudante, señor José Gassmann.
La institución agraria más importante es para nosotros La Agrícola Regional Cooperativa Limitada. La consideramos local, por cuanto casi todos los colonos de aquí somos socios. Cuando se fundó la Sociedad en 1910, hemos tenido varios años de malas cosechas, pero eso no impidió a que nos asociáramos enseguida ..."

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HISTORIA DE GENERAL ALVEAR.COMO SE RADICARON LOS ALEMANES DEL VOLGA.SUS COMIENZOS Y COMO FUERON EVOLUCIONANDO.


Esta colonia se caracteriza por sus pobladores: alemanes o mejor dicho ruso-alemanes que vagaron por todo el continente europeo hasta hallar una patria definitiva aquí en América.
La fecha oficial de la fundación es el 21 de julio de 1878. 5 aldeas se fundan casi simultáneamente: Valle María (entre los colonos la llamaban Mariental, oriundos de Mariental, Wiesenseite), Campo María (Spazenkutter), Salto ó Santa Cruz, San Francisco (todos Bergseiter) y Protestante (procedentes de Huck, Saratov).
El campo del Palmar en Diamante fue expropiado por el gobierno nacional (mediante la ley del 4/02/1878). Fue parcelado en chacras de 44,5 hectáreas. Fue distribuida una chacra por familia. Con respecto a la acción de los colonos debemos tener en cuenta que ellos fueron los que se encargaron del desarrollo y construcción de las aldeas, lo cual no podría ser hecho, si no de acuerdo a ciertas pautas culturales que son las que les dieron características propias. Una de esas características tiene que ver con la distribución y apropiación de la tierra.
Los colonos llegaron aquí después de una diáspora común desde su tierra de origen; en realidad su destino en ese momento era Brasil, pero un explorador llamado Andreas Basgall recorrió las tierras argentinas, dando con Entre Ríos y notificó a los alemanes llegados a Brasil quienes designaron una comisión para establecer contacto con el gobierno argentino a fin de ingresar al territorio nacional para iniciar una nueva colonización.
El gobierno argentino, entonces presidido por Nicolás Avellaneda habiendo sido alertado puso en marcha los resortes legales y movilizó al Comisario General de Colonización para que atrajera a dichos colonos hacia la Argentina.
Pero como hemos dicho antes estos colonos se caracterizaron por su manera de asentarse y esto implicó un altercado con el gobierno, que llegó incluso a manos del Presidente.
“Una vez terminadas las tareas de mensura hacia fines de abril, los colonos se pusieron de acuerdo pero sin intervención del administrador, para elegir el lugar en el cual debían ubicarse las respectivas comunidades, conforme a las aldeas de origen y de acuerdo a la respectiva confesión religiosa; todo parecía llegar a feliz termino pero se les comunicó que se procedería al “sorteo de las chacras” para cada familia, todas debían aceptar y comprometerse en ir a vivir a su respectivo lote. Aunque dicha resolución fue escuchada con respeto y en silencia, fue interpuesto recurso de revocatoria y cada día se acentuaba la convicción de lograr la autorización para convivir en sus propias aldeas [...] a fines de junio el Administrador Navarro reunió a los padres de familia y en compañía del jefe de la policía de Diamante, les dio el ultimátum: les comunicó que si en el plazo de ocho días no ocupaban sus chacras, vendría con la fuerza pública para llevar a las familias a los campos asignados [...] a las días de la mañana siguiente la pequeña campana aldeana llamó a la reunión y de inmediato fueron apareciendo los jefes de familia, serios y decididos, para ubicarse frente al Administrador Navarro [...]/ una delegación de los inmigrantes se adelantó y respetuosamente dijo “Cuando el gobierno Nacional de Buenos Aires nos ofreció las tierras de la Colonia General Alvear, la hizo sin exigirnos la radicación en las “chacras”, ni aun si nos dedicáramos a la ganadería; si la colonización en la Argentina hubiese sido condicionada a la radicación de nuestras familias en sus respectivos campos hubiésemos aceptado el ofrecimiento del Brasil, cuyo Emperador nos autorizaba por escrito a continuar viviendo en aldeas como el Volga”.
Intervino luego el Administrador, proponiendo la alternativa de que edificaran sus casas en el campo respectivo, donde se unían en lugar común los cuatros ángulos de las chacras, para poder vivir así en grupos de hasta cuatro familias; el portavoz de los colonos rechazó [...] dicha proposición y [...] cerró la cuestión diciendo: “Díganos, en definitiva, si nos es permitido o no fundar aldeas en la forma y en el lugar que elegiremos, porque en el caso de mantener su intransigencia, marcharemos al Brasil” [...] pasaron 14 días hasta que Navarro los volvió a reunir para informarles que el Presidente Avellaneda había escuchado la petición de los colonos y resuelto la cuestión conforme a sus deseos”
El suelo ondulado y la abundancia de cursos de aguas no justificarían la aglomeración. Priva, sin embargo, la costumbre ancestral para introducir un paisaje humano de aspecto europeo.
Según un informe del Comisario General de Inmigración, en abril de 1879 había en la colonia: “ [...] 35 casas de adobe, 74 de quincho y 22 de pared francesa, a más de 38 a medio construir; 18 talleres de carpintería, 4 de herrería, 5 zapaterías, una torneria, 79 carros con llantas y 20 sin llantas, muchos pequeños carros y 49 arados, hechos todos pos los mismo colonos [...] La mayor parte de las casas son bien revocadas y blanqueadas, con sótanos, patios grandes y limpios, corrales y perfectamente cercadas”
Los primeros trabajos de la tierra fueron muy difíciles. Costó mucho realizar la primera roturación en un terreno que prácticamente nunca había sido tocado. Los colonos pasaron, en consecuencia, muchas penurias económicas en los tiempos iniciales. En este sentido, “debieron compartir la misma suerte dura del campesino local y sufrir la falta de trabajo en esos primeros años de la colonización entrerriana. Como paliativo, muchos cabeza de familia solían dirigirse en tiempos de cosecha hacia las colonias suizo-alemanas conchabándose como peones; pero la situación cambió radicalmente en menos de una década, lo cual queda comprobado por el hecho de que las principales demandas comenzaron a ser la falta de mano de obra y de tierras”
Pese a todo, en su informe de 1889 Alejo Peyret, el inspector de colonias, explicó porqué, a su entender, el criterio de poblamiento de los alemanes del Volga no era el más conveniente. Constató, entre otras cosas, que “los ruso-alemanes no colonizan como los demás inmigrantes; no se desparraman en toda la estención (sic) del territorio subdividido; cada familia en el centro de su chacra, de su dominio, forma una agrupación, o mejor dicho varias agrupaciones, aldeas, centros de familias, al estilo de las aldeas europeas, dejando indiviso el terreno cultivable, viviendo amontonados en un reducido espacio y conviviendo en estos son sus gansos, sus gallinas, sus cerdos y sus animales vacunos y yeguarizos”
Como dijimos antes, la cosecha en los primeros años fue muy difícil. “Antes de 1878 en todo el Dpto. Diamante sólo se cultivaban doce hectáreas de trigo; sino se construían parvas se juntaba a la “rastra” y sobre cueros el cereal. Se hacían montones “heras” que luego se cercaban echándoles 30 o 40 caballos encima, que al pisarlos dejaban libres los granos; era la forma más antigua de trillar el trigo y luego se lo aventaba con improvisadas horquillas de horquetas de ramas, hasta tener un grano limpio. Así nuestros colonos, por una total carencia de herramientas, volvieron a las primitivas épocas de sus abuelos en el Volga porque el tiempo urgía y no se podía demorar la trilla. Pero el éxito fue total y el Gobierno ya pudo dejar de suministrar harina a los colonos de la Colonia General Alvear en 1879, por haber ellos producido su propio trigo para su pan; los primero arados fueron a mancera y muy primitivos que luego fueron sustituidos por otros más modernos y hasta afirma el P. Brendel que fue un herrero de nuestras colonias que construyó el primer arado de hierro del país.”
Una ilustre dama entrerriana, Encarnación Fernández de Celis, nos habla de los tiempos inmediatamente posteriores a la llegada de los colonos: “Los colonos llegados de Rusia tuvieron que pasar mucha privación; carecían de lo más necesario para el trabajo como también de géneros para vestir; eran más de mil personas y el comercio de la zona no podía abastecerlos [...] Cuando terminaron las revueltas de López Jordán no se veía en Entre Ríos más que miseria y pobreza [...] pero la llegada de los colonos rusos alemanes trajo una gran animación a toda la Provincia y con ellos se reavivó el comercio”
A su vez Benito Pérez, nacido en Paraná el 4 de abril de 1859 da testimonio en el Anuario de 1940 de la “Unión Germánica Argentina” describe a los colonos: “los colonos son gente buena y tengo muchos amigos entre ellos, pero con la jeringonza que hablan, como pa comprenderlos... ¡Que cosechas grandes producían estas nuevas colonias que nacían por todas partes! ¡Que pan sabían hacer las mujeres! ¡Y la forma de cambia las cosas en poco años! Se daban maña de todo, trajeron género y Ud. Podía vestirse sin caminar leguas hasta encontrar un trapo; fíjese, hasta amansaron el caballo pal arado y los carros... los caminos que trazaron como pa perderse uno en ese tramallo; pero es pa bien. Mire los pueblos lindos que hay por todo, telégrafo...”
Para concluir el panorama general de la colonia y demostrar que, a pesar de los informes de Peyret que probablemente tengan que ver con esa cierta prevención con la que algunos funcionarios de colonización recibieron a estos alemanes que no encuadraban muy prolijamente dentro del arquetipo de inmigrante que ellos habían preconcebido, incluiremos cuatro citas; una en la que se amplía la construcción del primer arado de hierro del país, otras en las que se describe el progreso de la colonia y otra de un diario en la que se cuestiona el trato del gobierno con los alemanes.
“Había que ingeniar un arado. Lo consultaron con el único profesional herrero de la comunidad, D. Jacob Weissbeck y este fabricó uno, todo de hierro y pesado, que pasó la prueba de fuego: mantenerse solo dentro de la tierra. Cuando se hizo la prueba, acudieron curiosos los empleados del Estado, quienes se admiraron al ver que el artefacto daba espléndido resultado”
En “El Constitucional”, Gregorio Fernández de la Fuente escribe al gobernador de Entre Ríos (15/XII/1883) : “al pasar por la colonia Alvear figurase uno navegar en un mar de trigo. Todos siembran, cosechando satisfechos el fruto de sus trabajos”
Y finalmente el testimonio de Emilio Daireaux: “[...] el resultado ha sido tal, su trabajo tan productivo que, al cabo de dos años, sus tierras están en producto, sus casas edificadas y, alrededor de los pueblos que habían construido, sorpréndese el viajero al encontrar en los caminos sus carros de la forma de los del Jura, con soberbios tiros perfectamente cuidados que desfilan al trote largo.
Todo este movimiento, este cultivo y este laborioso bienestar [...] demuestran, por un ejemplo que estimula, lo que podrá producir y cosechar la población cuando se más densa”
“La Voz del Pueblo” publicó el 9/XI/1877 una opinión sobre esta colonia: “Los colonos ruso-alemanes son los niños mimados de la República. Es honroso para nosotros el interés que mostramos por atraer a nuestro país un pueblo entero de colonos.”
Con los diferentes testimonios presentados creemos que una conclusión es un asunto bastante sencillo; si bien se puede observar cierto “desencanto” con los inmigrantes en los primeros años su trabajo duro y constante y los numerosos progresos les valieron el reconocimiento tanto de otros colonos como del gobierno y locales.

El relato que se leerá a continuación es una transcripción de la entrevista realizada a la Sra. Irene Fhur de Stoessel, Dice que “su” historia da incio cuando en Alemania comienza la guerra de los 7 años. “ “Entonces los jóvenes quieren irse casi todos para Hungría pero el gobierno no se lo permite, entonces se entera catalina la grande que estaba en Rusia y en 1762 hace un manifiesto llamando a los alemanes para que emigren a Rusia, en este primer llamado no tiene éxito, pero si lo va a tener el año siguiente 1763, entonces hacen los pasaportes como si fueran a ir a Hungría pero en realidad van para Rusia donde Catalina les va a dar muchas facilidades entre ellas la mas importante que es la de practicar libremente el catolicismo, ya que ellos antes de perder la religión eran capaces de dejarse matar, no pagaban impuestos, podían mantener su idioma y su escuela, y mientras estuvieran en Rusia no estaban obligados a hacer el servicio militar que a ellos los atemorizaba, los campos serian para los inmigrantes y luego quedarían para los que los sucedieran, nos comenta algo que no llama la atención y es que los que heredaban los campos era el hijo menor y que esto mismo se hizo en la Colonia San Miguel, hasta no hace muchos años atrás.”
“Salieron de Alemania 30.000 personas, de las cuales llegaron 27.000 y sobrevivieron 23.000 de ellos.Tuvieron que salir en forma oculta el día 22 de julio de 1763, rumbo a San Petesburgo por el Mar Báltico, y después por el Golfo de Finlandia, y llegan a Leningrado.”
“Cuando llegan a Leningrado, Catalina les hace jurar por la Corona que van a hacer todo lo que ella les mande, y es hay donde se les cae la venda de los ojos, nos dice, porque todos tenían que hacer lo que quería ella, y en realidad su objetivo era parar a los “salvajes” que atacaban en el sur de Rusia, los Kirkisios, Calmucos y Tartatos. Mientras que ella se trataba con los grandes estadistas, como Voltaire, ella se cultivaba mucho, que el comentario es que era una bastante impúdica mujer, tenia una vida liberal, esa es la palabra, liberal-.”
“Cuando los trasladan hacia el lugar que les habían asignado se dan cuenta de lo que les espera, las mujeres y los niños son colocadas en carros y los hombres tienen que caminar a pie 3.000 Kms., todo estaba controlado por oficiales rusos, y les prometieron que cuando llegaran iban a tener casas y todo lo que necesitaran para la agricultura.”
“El camino, fue un largo peregrinar por caminos polvorientos, les tocó el verano y muchos se enfermaron de difteria, se los enterraba y el largo viaje continuaba, es tan largo el camino que también los toma el invierno y se tienen que alojar con gente rusa, pero no mala nos aclara, pero sí semi salvajes, los hacen dormir en establos con los animales, y esa gente solo comía leche y repollo, tampoco se entendían con el idioma, entonces nos dice que el alemán les enseño a hacer queso y manteca, se hicieron muy buenos amigos y les enseñaron muchas cosas a los rusos porque estos eran muy atrasados.”
“Luego del deshielo emprenden el viaje con carros sin elásticos, hasta que finalmente ven el Río Volga se emocionaron porque les recordaba el Rhin de su Alemania. Empiezan un largo viaje por el Volga en embarcaciones primitivas, donde muchos iban muriendo por las malas condiciones del tiempo y la mala comida que les daban.
Los que llegaron a Saratov fueron 400 personas, que luego de las embarcaciones habían sido trasladados en carros, y al llegar a Saratov el teniente les dice que se bajen, la gente espantada dice que no puede ser, que tiene que haber un error, en ese lugar no había nada de lo que les habían prometido, ni casas, ni herramientas, ni comida, nada.”
“Lla gente se quería volver, se hicieron rebeliones, protestas, pero todo fue sofocado por los militares, y tampoco le podían avisar a los otros que habían salido, recordemos que eran treinta mil en total, que no siguieran viniendo y así es que seguían llegando y llegando contingentes de alemanes, esperanzados en un pedazo de tierra para cultivar.
Para poder sobrevivir al riguroso invierno que se acercaba tuvieron que cavar fosas donde resguardarse, las fosas eran de 8mts. de largo por 4mts. de profundidad, arrimaban los carros para meterse adentro de esas fosas y las tapaban con ramas y con grandes bloques de hielo, y así tenían que vivir, eran muchos los que murieron por el hacinamiento en que estaban.
Cuando pasó el invierno los que quedaron en la parte del Volga del norte con los deshielos se le llenaron las fosas de agua y muchos murieron ahogados, porque se desbordó un río, ellos habían hecho las cuevas muy cerca de la orilla y no sabían que luego crecería. Los que sobrevivieron hacen las casas con adobe.”
“Catalina les manda semillas para sembrar, animales sin domar, esto hizo de los alemanes unos grandes domadores, ya que por necesidad tenían que domesticarlos, porque tampoco tenían como cercarlos. Con estos animales domesticados luego hicieron los surcos para sembrar, cuando mas o menos estaban instalados son atacados por tribus de bárbaros, eran los Kirkisios, Kalmucos y Tartaros, nos dice la señora que de ahí es de donde les viene a ellos el miedo, cuando vinieron para la zonas de Olavarria ellos sentían pánico de ser atacados por los indios, rememoraban su antigua historia.
Los Kalmucos eran tribus nómades del tipo a los gitanos que venían por el día y les pedían comida y de noche los asaltaban, de día miraban y de noche robaban, nos especifica.
Pero los Kirkisios, si fueron muy sanguinarios cuando las colonias estaban formadas, había mas o menos 400 aldeas, ellos atacaban y lo primero que hacían degollaban 4 chicos y los colgaban para que supieran la autoridad que tenían.”
“Sufrieron muchos ataques de estas tribus, venían y se llevaban a los hombres y los vendían como esclavos en China. Recibieron ayuda de un oficial ruso llamado Gogol que les ayudo, junto con los evangelistas y menonitas, que había muchos entre ellos y también los ayudaron de otras colonias que se habían instalado con gente de otros países. Con la ayuda de este Gogol hacen un ejercito y pueden rescatar a algunos de los hombres que se habían llevado de esclavos, pero para esto agrega ya habían pasado muchos años y los hombre venían ya casi irreconocible.”
“Viviendo todas estas vicisitudes es que transcurren 100 años, por supuesto Catalina La Grande ya había muerto, Alejandro II no les respeta, los tratados por los que ellos habían venido, porque en realidad los rusos nunca se habían integrado con los alemanes, siempre los siguieron viendo como intrusos, nunca los quisieron los rusos a los alemanes.”
Alrededor de 1845 empiezan a emigrar a otros países, el primer contingente que se va lo hace a EE.UU, eran colonias provenientes del Mar Negro, ya en 1847 son muchas las familias que comienzan una gran inmigración, en 1872 son 35 las familias que emigran y un año mas tarde son 400 las personas que viven en los EE.UU.. “allá se dedican a hacer azúcar de remolacha.”
“El primer alemán que pisa suelo americano es el pastor Norka un misionero y seis exploradores, son los que salen de Rusia buscando lugares aptos para una emigración en masa, dice que sus nombres son Muller, Artman, Machin, Meller, Smith y Shmani, que van a entusiasmar a los demás para emigrar y los evangelistas también se entusiasman y juntos parten para compartir el nuevo destino.
Al partir van a dejar atrás colonias progresistas, en donde le habían enseñado muchas cosas a los rusos y otras habían aprendido de ellos aunque nunca habían llegado a mezclar las razas.
El 14 de noviembre de 1877 desde Valle María, a la tarde se celebra una misa, en donde las escenas fueron desgarradoras, porque las familias no venían enteras, sino que los que salían eran los mas jóvenes, el lugar hacia donde partían era Brasil, de Argentina , nadie sabia nada, ellos iban engañados al brasil pensando en el trigo, su obsesión era cosechar trigo.
Salen en carros que los llevan a Saratov ahí los espera un tren para un millar de personas, cada colonia se coloca en un vagón donde llevan una caldera para el te caliente, también hacían sus rezos acompañados por un sacerdote llamado Dany que los acompaño y ayudo mucho, llegan al puerto de Bremen el mismo de donde habían partido hace 100 años, ahí muchos parientes de los que se habían ido los están esperando con música y emocionados por el reencuentro, pero en ese momento , los alemanes que habían quedado en Alemania se dan cuenta del atraso que traían los que venían de Rusia, ellos volvían con sus tapados largos para protegerse del frío, los palto, todas esas ropas, negras, botas largas, polleras, ahí se quedan unos días recuperándose del viaje.”

LOS ALEMANES ERRANTES.NOTA DE LA NACIÓN.

LOS ALEMANES ERRANTES.NOTA DE LA NACIÓN.
INMIGRANTESLos alemanes errantes

Un engaño providencial los trajo de la estepa rusa a las cuchillas de Entre Ríos. Allí cultivaron la tierra, reprodujeron las aldeas, deshilvanaron con polcas y chotis. Y terminaron cambiando el samovar por la bombilla y el mate. Su fe y laboriosidad sobreviven hoy en uno de cada cuatro entrerrianos

lanacion.com | Revista | Domingo 22 de julio de 2001

9/2/09

LUISA CON NIETOS,BISNIETOS Y SOBRINOS.

LUISA CON SU BISNIETO THIAGO.



THIAGO ÚLTIMO BISNIETO RECIEN NACIDO DE LUISA Y NIETO DE ANTOÑITO.




LUISA CON NIETOS,BISNIETOS Y SOBRINOS.


DIEGO OLIVERA (hijo de Norma).


SILVANA (hija de Norma)


SILVANA Y MARCOS


MICA,CANDE,SONIA,LAUTARO Y JULIETA.


LAUTARO Y TOBÍAS,HIJOS DE SILVANA.







 EN EL CUMPLE N°2 DE SU BISNIETO THIAGO.

POLKA CLASICA ALEMANA. RICARDO HOHNEKER

MÚSICA ALEMANA